Conóceme | Chilena Errante
top of page
IMG_3136_edited.jpg

Para que sepas un poco más de mí

Me llamo Francisca, soy chilena y amo vivir en otros países - aquí te cuento por qué.

La verdad no tengo parientes que vivan por el mundo o sean de otros países (al menos no lo suficientemente cercanos para que importe) y así como no hay una explicación que te haga decir "ahh, por eso es que viaja tanto" es como tampoco la hay para que hable 4 idiomas, o para que lea más de 20 libros por año, o haya elegido dedicarme a la pastelería y a la creación de contenido sobre migrar. Simplemente es algo que pasó y se fue dando con todas las pequeñas decisiones que tomé en mi vida.

Lo que espero te sirva para animarte a hacer lo que te propongas, aunque sea con miedo. Porque si yo pude hacer todo esto, tú puedes hacer mucho más!

Ahora para odenarnos porque mi cabeza es realmente un laberinto, te cuento que mi vida, al menos mi lado de Chilena Errante se divide en 4 pilares (cuatro cosas que amo, y que siempre comparto) y son los viajes, los idiomas, la lectura y la comida. Estas cosas me mueven, y si quieres saber el por qué, te dejo abajo una explicación de cada uno.

Los viajes

Como te conté arriba, no he viajado toda mi vida, de hecho la primera vez que tomé un avión fue el 2009 y fue por una razón muy específica: un viaje de 5 días a la capital Argentina a un seminario de gimnasia artística con el equipo de la escuela. 

Luego de eso en 2010 viaje al norte de Chile con mi clase a algo que en Chile llamamos Viaje de Estudios, donde mas o menos a los 15 parten todos por una semana a algún lugar y se hace de todo menos estudiar. En este viaje conocí desde Calama hasta Arica y me trae muy buenos recuerdos.

Pero es el 2011 que comienza la verdadera aventura, porque tuve la oportunidad de partir de intercambio a la ciudad e Auckland en Nueva Zelanda, y vivir ahí con una familia kiwi (así se les dice a los neozelandeses) e incluso ir al colegio. La historia completa queda para otro día porque fueron 5 meses increíbles pero fue allí, en la segunda escuela más grande de Nueva Zelanda, donde compartí con no solo personas de Oceanía (de países como Australia, Tonga, Samoa y otras islas de las que jamás había escuchado hablar) sino también con más de 80 alumnos de intercambio como yo, de todas partes del mundo.

Llegar por la mañana era escuchar alemán, italiano, español, japonés e inglés mientras compartíamos en una (demasiado pequeña) sala del departamento internacional. Pero eso bastó para que comenzara a preguntarme qué hay más allá. Qué están diciendo, cómo es que se entienden, ¿¡cómo una persona puede hablar 4 idiomas y comunicarse con la mitad de las personas aquí!? Básicamente me voló la cabeza. Y ya no hubo vuelta atrás.

Luego de volver a Chile hice todo lo posible por partir de nuevo. Y fue así como terminé mochileando 3 meses por Europa a los 21, yendo a trabajos voluntarios en Paraguay a construir casas y muchos otros viajes más. Hasta que al terminar la universidad al fin pude partir a vivir a Australia con la visa Working Holiday.

Y así seguí, con la Working Holiday Portugal y actualmente la Working Holiday Francia. ¿Quién sabe cuál vendrá después?

Los idiomas

El cómo y por qué aprendí los idiomas que hablo es una larga historia pero quiero que sepas que para mi los idiomas son una puerta de entrada a la vida de otras personas. Es la mejor forma de que un extraño en otro país pueda sentirse lo suficientemente seguro para abrirse en tu presencia. Es poner a la gente cómoda, es mostrarles respeto por su cultura pero es también para mí una forma de entenderla.

Nunca olvidaré cuando aprendí que en chino cantonés no existe una traducción directa al "¿cómo estás?" o si la hay,  no se usa. Lo que se dice en su lugar es algo así como "¿ya comiste?" y eso, si nos ponemos a investigar, nos va a decir mucho de la historia de esa sociedad en particular.

 

Por eso siempre que viajo intento aprender aunque sea lo mínimo en el idioma local, y esto son los saludos, como Hola y Adiós!, por favor y gracias, ¿dónde está el baño? ¿cuánto cuesta? y ¿qué me recomienda? Y con esto (y ojalá un poco más si tengo tiempo), es cómo logro viajar y conectar con mucha gente.

Yo actualmente he aprendido y puedo conversar en español, inglés, francés y portugués (alemán sigo aprendiendo pero aún no puedo realmente hablar) y aunque obvio no en todos tengo el mismo nivel, me permiten comunicarme en un montón de países. 

Los libros

Leo desde que tengo memoria. Mi mamá solía viajar a Buenos Aires por trabajo cuando era pequeña y traer libros de regalo porque eran mucho más baratos allá. Y aunque el estilo de literatura que leo ha cambiado con los años, creo que es un hábito que no pienso dejar. Y es que soy una persona que está siempre con la mente a mil y leer me saca un poco de eso, me da un respiro (quizás por eso también me encanta por sobre todo la fantasía, porque me transporta a otros mundos por un rato).

Y como viajo y no puedo llevar mis libros conmigo, he creado mi pequeña biblioteca errante.

¿También amas los libros? 

Normalmente en mi biblioteca errante solo comparto libros que tienen que ver con viajes, comida, idiomas y todo lo que has leído sobre mí hasta ahora, pero que sepas que leo mucho más que eso! Y si quieres conocer todo lo que hay en mi biblioteca personal, sacar ideas o recomendarme algo, te invito a seguirme en Goodreads, donde además dejo una peqUeña reseña de cada libro que leo.

La comida

Quizás porque nací en Latinoamérica y crecí con domingos familiares donde el almuerzo se volvía sobremesa y luego té para terminar en cena. Donde cualquier excusa era buena para reunirnos a conversar y comer. Pero siento que la comida es más que solo una forma de ganar energía.

Creo que muchas veces podemos aprender mucho de una persona y su cultura a través de la cocina. Recetas típicas cuya historia remonta a siglos atrás y que tienen un significado muy bonito.

He visto sopas típicas coreanas de fideos tipo Ramyeon con sabores muy gringos como SPAM o queso porque fueron recetas que se crearon durante la guerra de Corea con lo que los soldados tenían. Como he visto que en Latinoamérica a veces hay un plato que compartimos entre varios países pero que cada uno le pone distinto nombre, sabor o ingredientes. He observado como una papa chilena se reemplaza con una Yuca peruana en un plato casi igual o cómo la humita (como le decimos en Chile) en Colombia y muchos países se llama tamal. Y esto es porque tenemos un pasado en común, una historia de españoles que llegaron con sus recetas y poco a poco se fueron adaptando a la cocina local.

Entonces la comida puede contarnos una historia, puede acercarnos a la gente y puede llevarnos a conocer de mejor manera a otros. Y por eso la amo. Por algo estudié pastelería!

Así es, por si no lo sabías soy pastelera de profesión y he tenido la oportunidad de trabajar no solo en Chile sino también en países como Australia y Francia, por lo que he podido aprender mucho de como es trabajar en la cocina en distintas partes del mundo pero también en otros idiomas y me encanta!

Ahora que nos conocemos un poco mejor...

Te invito a ver la información que con mucho cariño reuní y te comparto del blog, y te invito a dejar los comentarios que quieras para que podamos conversar! También puedes escribirme en mis redes sociales, yo por ahora me despido y te agradezco infinito si leíste hasta aquí! 

Nos vemos!

bottom of page